31 de enero de 2010

Lectura de Ángel Leiva




Para los sevillanos, lectura de Angel Leiva en la Biblioteca Pública Infanta Elena, este próximo martes día 2 a las 20:00h.

30 de enero de 2010

Todavía

Escribir aquí es un acto solitario, el lanzamiento de un mensaje embotellado lo más lejos posible en el mar. El culto a la encogida esperanza de encontrar quien aborde esta soledad hecha isla. El saboreo salvaje del dolor. Como la llaga en la encía que analizas una y otra vez con la punta de lengua, sin poder ignorar el escozor, sin dejar de disfrutarlo un poco. Es el gesto extrañado de un escéptico que ya nada cree pero que aún late y sueña, inevitablemente, con aquello que no se atrevería a reconocer.

Y la espera que nada aguarda sólo ve la subida y bajada infinita de las mareas. El sinsentido de la cuenta atrás implacable. El sol que envejece. La pupila aterida en una ola de calor.

Y si llega a vislumbrarse el espejismo de una nave fantasmal que recorta brevemente el horizonte, no puede el solitario más que arrebujarse en los fragmentos de su esperanza, plantarse orgulloso dentro de su coraza de incredulidad, cincelarse un rostro impertérrito que no demuestre inquietud alguna. Amarrarse los pies para no correr mar adentro con los brazos abiertos rogando piedad.

Sin notar que quizá
el rescoldo de la hoguera está
transmitiendo
a escondidas
tímidas
señales
de humo.

El manuscrito de piedra



"El manuscrito de piedra" de Luis García Jambrina, está a medio camino entre la novela negra, la histórica y la más pura narrativa de aventuras. Se situa en el siglo XV y corre el no pequeño riesgo de tomar como personaje principal a un joven Fernando de Rojas.

El autor se arma de erudición y se adentra en el terreno de la novela lúdica, pero sólo consigue profundizar plenamente en el ritmo que esta requiere y enganchar al lector a partir de la segunda mitad. Es entonces cuando las licencias creativas se anteponen al rigor histórico y tomando la leyenda de la cueva de Toledo elabora escenas ricas en sugestión y situaciones que mantienen la tensión y el interés.

Mezclando hechos y personajes históricos consigue crear una trama elaborada y cuidada que es llegando al final cuando más notable se descubre.

Es una novela para leer, para regalar y sobre todo, para divertir.

Las visiones de Lucrecia


Las visiones de Lucrecia, es una novela de 1996 de José María Merino.

En el Madrid del siglo XVI, una joven de origen humilde se verá rodeada de todo tipo de personajes pintorescos y atravesará no pocas vicisitudes, a razón del don que le ha sido dado: el de tener sueños acaso proféticos.

Podría categorizarse dentro de la novela histórica. Destaca su excelente contextualización y la abundancia de datos rigurosamente intercalados. Y si bien la primera mitad puede pecar de ahondar más en el documental que en la historia, la segunda mitad es sencillamente genial (así se anota en la contraportada por cierto, «El último tercio de esta novela, en el que se describe la kafkiana circunstancia de las mazmorras, pertenece ya al virtual libro antológico con lo mejor de la narrativa de fin de siglo»). Los personajes se construyen desde el histrionismo y la caricatura y las situaciones se dibujan desde un acusado surrealismo que engaña al lector y le sumerge en una realidad paralela que asume como más que posible.

Recomendada, cómo no.

Frente a frente

10 de enero de 2010

Jerjes conquista el mar


A través de la antología Perturbaciones (de la que no he comentado nada por aquí pero no porque no lo mereciera), me ha picado la curiosiodad sobre un buen grupo de autores actualísimos que no conocía. Entre ellos Óscar Esquivias, del que SS.MM. los Reyes Magos de Oriente han tenido a bien regalarme su primera novela.

Empecemos por situarnos: cuando Óscar Esquivias escribió esta novela tenía treinta años, es decir, que ya voy tarde. La edición de 2009 tiene correcciones de estilo que no sé en cuánto habrán pulido esta novela (y cuánto me permiten consolarme), pero el resultado final es exquisito. Confiesa el autor que "no quería que tuviera ninguna frase innecesaria, me gustaba imaginarla como un edificio de cristal que se desmoronaría si se le arrancaba una sola palabra". Aspiración a construir la Sainte Chapelle; no es poca cosa y es una meta muy bien elegida. Tras las correcciones el autor se siente más cerca de alcanzar ese objetivo. Y yo, conociendo sólo el resultado final, también creo que debe sentirse así de vencedor: es un castillo de naipes en el que se ejecuta la nunca más cierta sentencia "menos es más".

Un chico especial (quizá sólo infrecuente) en circunstancias cotidianas que se giran en un caleidoscopio que las convierte en extraordinarias. Madrid vestido de sencillez. Lo cotidiano sublimado por la alegría de vivir.

Una familia, un trabajo, travesuras, personajes que lanzan puentes desde sus respectivas soledades. Vida.

Una novela que se lee rápido pero que se digiere despacio. Una deliciosa lectura, que, como siempre por estos lares, os recomiendo encarecidamente.

Tais toi mon coeur