Y dijo Dios: con el sudor de tu rostro escalarás los peldaños empinados, saldrás de los baches del camino, sobrevivirás desgastado a las montañas de hielo y cruzarás tus fronteras de hijo de la tierra. Lucharás por ser ala y soñarás el aire. Y justo antes de volver a ser el polvo que fuiste, elevarás tus ojos a mí y yo te concederé el entendimiento que te prohibí morder. Sólo entonces sabrás que nunca saliste de tu cueva de techos inclinados.
Fotografía de Javier Prieto
Me gusto la idea de que al final la iluminación te haya sido revelada....y que entonces te dieras cuenta de que siempre había estado contigo y tu propia ceguera había sido el camino por el que transitabas.
ResponderEliminarGracias :)
ResponderEliminarLa verdad es que no he sido muy original: lo de la caverna ya lo dijo uno hace un tiempo ;)