20 de noviembre de 2006

Narcotizada como estoy por mi fantasía
estos choques con la realidad resultan cada vez más insoportables.

Sonríe. Acumula los aciertos de muchos otros como si fueran suyos. De ahí obtiene esa falsa seguridad que demuestra. Y no me duelen sus bocados.

El desprecio siempre es seco.

Ayer acabó el trabajo. El día invitaba a reunirse con los amigos. Puede que fuera viernes.

Vino a mí a lamerme las manos. Movía el rabo y jadeaba suplicante. Ese gesto inequívoco que pide una mano sobre la espalda.

Me marcho en busca de la mitad de mi otro yo. El perro da un par de vueltas sobre sí y queda solo en su caseta.

2 comentarios:

  1. Me gusta tu poesia surrealista ...

    Te dejo aqui un trocito de una q me encanta:


    Una noche entré en un albergue triste
    Cerca de Luxemburgo
    En el fondo de la sala levantaba el vuelo un Cristo
    Alguien tenía un hurón
    Otro un erizo
    Se jugaba a las cartas
    Y tú me habías olvidado
    ¿Te acuerdas del largo orfanato de las estaciones?
    cruzamos ciudades que giraban todo el tiempo
    Y vomitaban de noche el sol de los días

    -------

    Un soir je descendis dans une auberge triste
    Auprès de Luxembourg
    Dans le fond de la sale il s'envolait un Christ
    Quelqu'un avait un furet
    Un autre un hérisson
    L'on jouait aux cartes
    Et toi tu m'avais oublié

    Te souviens-tu du long orphelinat des gares
    Nous traversâmes des villes qui tout le jour tournaient
    Et vomissaient la nuit le soleil des journées


    Le voyageur
    Apollinaire

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  2. Anónimo9:12 p. m.

    ¡Ah,ese dulce narcótico tuyo de la fantasía! La creatividad ayuda a bienvivir la realidad impuesta. Enhorabuena. Fígaro

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