Había brotado, en medio del huerto, un imponente piano de cola pero nos sorprendió más la coronilla entre las coles. Por no saber cambiar el hábito la fuimos regando. Así, acabamos viéndole la cara al señor del chaqué que crecía con los ojos cerrados y los brazos pegados al cuerpo. Le quitábamos la tierra de los bigotes y cortábamos las guedejas que se escapaban de una trenza que le recogía el pelo. Vino el invierno y el piano se cubrió de musgo y setas, seguramente inservible ya. El señor del chaqué aguantó mejor el mal tiempo pero empezamos a descuidarlo. Temíamos que abriera los ojos con ganas de concierto.
Micro participante en el concurso Relatos En Cadena que marcaba la frase de inicio
Era inevitable que el piano fuera de Cuerda...
Mejor si lo lees con el aria Lascia ch'io pianga de Haendel de fondo ;P
4 comentarios:
Genial, Rosita, genial.
Un abrazo.
¡Gracias! :) Tú que me ves con buenos ojos :D
Lo que era realmente inevitable era acordarse de "amanece que no es poco" y tu lo has plasmado de una forma genial Rosita, si es que hablando de surrealismo, je je.
Muy bueno. Para ser una semana que se presumía difícil la cosecha ha sido amplia y de calidad, la verdad.
Abrazos.
La cosecha ha sido amplia y de calidad... ¡Exacto! Bien traído Miguel XD
Gracias por pasarte y por tu comentario :)
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