19 de mayo de 2014
Último tren
Siempre era la primera en no poder sentarse en el juego de las sillas. Suele viajar de pie en el metro porque no le alcanza la rabia para pelear por un asiento. Cuando llega a casa no se atreve a apartar al perro del sillón bueno. A fuerza de estar de pie se le han vuelto fuertes las piernas. El próximo vendaval, se dice, arrastrará a todos menos a ella.
Fotografía de Javier Prieto
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2 comentarios:
Srta Fraguel, muy bueno, contundente, cómo de la inseguridad se crece y va convirtiéndose el micro en una llamada a la valentía. Me ha encantado.
Abrazos
Muchas gracias Manuel, aunque más que valentía me da que la protagonista es un poquito vengativa :P
Un abrazo
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