28 de junio de 2009

Melancolía dominical

En estas pesadas tardes de domingo
recuerdo el fósil tras la piel y la aciaga ceniza
y suspiro de puro pesar (d)el tiempo.

24 de junio de 2009

Algunas cosillas

Un pastel y un par de acuarelas fruto de un curso que he hecho hace poco.





(Y sí, las fotos son muy malas, pero a estas horas ya no doy para más)

17 de junio de 2009

La hormiga que quiso ser astronauta


"La hormiga que quiso ser astronauta" es la primera novela de Felix J. Palma, autor del ahora ya famoso "Mapa del tiempo". Publicada por primera vez en el año 2001, acaba de ser reeditada. Su argumento y tono tienen poco que ver con el de el "Mapa..." y según los comentarios del propio autor también se aleja del estilo y objeto del resto de su producción literaria. Sin embargo, la trama se mueve igual que en el "Mapa..." en el terreno de lo fantástico, aunque con rescate final.

"La hormiga..." es una novela cargada de humor, lúdica, espontánea, surrealista que acaba convirtiéndose en una reflexión sobre un universal: la aceptación del paso de la infancia a la madurez. Divertidísima y ácida, somete al protagonista al papel de víctima de su propio creador quien acabará apiadándose de él como lo hiciera Cervantes con su Quijote. Y la comparación no es casual. Este Quijote actual se debate con la ceguera de otro tipo de locura, un síndrome de Peter Pan que arrastra al protagonista de Dulcinea en Dulcinea buscándose a sí mismo. Porque el amor romántico puede interpretarse como un síntoma más de la inmadurez. O no.

El rescate final que antes apuntaba y que no desvelaré, es probablemente el punto más débil de la novela. Quizá porque aquejada del mismo mal que el protagonista no he sabido aceptar sumisamente el viraje del argumento o quizá porque este no es lo suficientemente diestro. La disparada tensión de toda la trama, en línea recta fluida y fresca, se retuerce de repente e introduce al lector en un laberinto de curvas inesperado. Pero que nadie se engañe, se trata de la novela de un escritor maduro y ágil en el oficio, capaz de satisfacer la perspicacia del lector entrenado.

Dice Juan Bonilla en la introducción: "Quien no lea por mero placer, no tiene mucho que hacer aquí". No creo que yo pudiera expresarlo mejor. Así que para los que tengan algo que hacer aquí, quede esta invitación a su lectura.

Esta reseña intenta torpemente saldar una deuda sin conseguirlo. Hay agradecimientos inmerecidos que convierten en merecida la gratitud que les responde.

14 de junio de 2009

Lensbaby Composer

Hoy por fin he podido estrenar uno de mis regalos de cumple: una lensbaby composer. Me resulta difícil de manejar, además de que con estos calores casi que era de noche cuando he salido, pero es una experiencia divertidísima y recomendable.

Estos son los resultados...






Hasta Curro ha acabado "lensbeibeado"

7 de junio de 2009

30 años y un día

Y no, no es una condena, ni mucho menos.

Un día después, toca hacer la reflexión que ayer sólo quedo en el ámbito privado de mi cabecita. Entre otras cosas porque no tuve tiempo de hacerla -parcialmente- pública. La reflexión, como siempre, gira en torno a lo aprendido, lo ocurrido y lo vivido en este último año.

De repente, esa antigua idea de que la gente de treinta era vieja se ha transformado en la idea de que la gente de treinta está en la mejor juventud. ¡Lo que cambia la perspectiva! Y sí, ya dije por aquí que creo haber encontrado una forma de vivir más satisfactoria. Aquello del "ver, oír y callar": aprender con más base, con más experiencias previas, a conocer a los demás y a mí misma. No está mal.

Por desgracia, este año se ha despertado un dragón. Uno bastante horrible del que creí ingenuamente que ya no tenía que volver a preocuparme. De momento ahí está enjaulado y furioso. No tengo intenciones de alimentarlo, pero a veces uno mismo llega a ser bastante retorcido.

Y esto me lleva a la idea principal que resume este último año, mi vida y creo que la de todos: el "a pesar de todo". La fuerza, el optimismo, la alegría de ser y de sentir, al final no es más que una decisión. Esto me lo enseñó hace tiempo alguien muy valiente, pero ahora lo veo aún más claro. DECIDIR VIVIR, así con mayúsculas. Con plenitud. A pesar de todos los reveses, que siempre los hay. Un decisión que parte precisamente de la maravillosa capacidad que tenemos para tomarlas. El no dejarse llevar y ser un héroe anónimo que es capaz de blandir un "a pesar de todo" contra la fortuna. Admiro a mucha gente así a mi alrededor y aspiro a ser como ellos. Ya que estamos aquí, disfrutemos, ¿no?

Quiero agradecer a todos los que convirtieron mi cumpleaños en un día especial, su compañía (física o no) y su cariño. ¡Cuánta buena gente junta! ¡Qué bien vienen estos momentos para atesorarlos y abrir la cajita de los recuerdos en los momentos bajos! Gracias por los regalos, estoy alucinada porque cubristeis todos los palos sin pisaros... sospecho que ahí ha habido un curro de coordinación, ¿me equivoco? ¡Increíble!

Gracias a la otra mitad de mi mejor yo, por estar ahí, por aguantarme, por quererme a pesar de mí misma, por compartir esta VIDA conmigo.