12 de julio de 2012

Border Memorial. Frontera de los muertos

“Border Memorial. Frontera de los Muertos” es una obra de realidad aumentada creada por un equipo multidisciplinar liderado por John Craig Freeman y Mark Skwarek, ambos artistas contemporáneos, finalizada en Enero de 2012. La obra está dedicada a los inmigrantes que han perdido la vida al cruzar la frontera entre Estados Unidos y México en los últimos años. El espectador en este caso, provisto de un móvil puede visualizar a través de la aplicación unas marcas en cada punto en que se ha localizado una muerte. Estas marcas están situadas vía GPS y señaladas gráficamente a través de modelos 3D de tamaño natural de las tradicionales calacas mejicanas. Las calacas son figuras de esqueletos usadas en México durante el Día de los Muertos como decoración.

Esta obra se adscribe al contexto de las obras de arte contemporáneas basadas en el uso de la tecnología como recurso de expresión y lenguaje. Concretamente, se trata de una obra basada en prácticas de realidad aumentada. En éstas se enriquece una visión del mundo real con elementos virtuales añadidos. Además, por su propia naturaleza actúa como una instalación en la que el usuario queda totalmente inmerso en la experiencia artística ofrecida y al mismo tiempo libre para explorar la propuesta siguiendo un proceso de elección propia.

En este caso la obra participa con intensidad de algunas de las características enunciadas por Gianetti[2] para las prácticas artísticas instalacionistas de manera que la noción de proceso frente a la de obra acabada toma relevancia al permitir al espectador elegir el modo en que quiere explorar la instalación; la obra se presenta en un espacio social y público; y, adicionalmente, hay una preocupación por el papel desempeñado por el receptor en su interacción con la obra.

En cuanto a los medios empleados, como se ha comentado anteriormente, la interacción del usuario es plenamente visual. Si bien las calacas usadas como señalización de los puntos clave se han modelado en 3D, no persiguen ser una representación fidedigna o hiperrealista sino que su dimensionalidad trata tan sólo de integrar la experiencia de realidad aumentada de una forma más natural para el espectador.

Sobre los tipos y grados de interacción planteados en esta obra podríamos decir que se trata de un sistema reactivo[2] en el que el espectador puede acceder a la información ofrecida pero no tiene posibilidad de modificarla o actuar sobre ella. La interacción es externa[3] al no interactuar los objetos virtuales entre sí. La máquina utilizada es no trivial[2] y la interacción es comunicativa o cinética[2] al incorporar los movimientos del espectador como habilitadores de la visualización de una u otras zonas de la instalación.

Desde un punto de vista conceptual, esta obra actúa, como muchas de las recientes obras basadas en Realidad Aumentada, como herramienta de activismo socio-político. El grado de inmersión y la privacidad de la experiencia ofrecida hacen que esta herramienta tecnológica sea muy adecuada para mensajes políticamente incorrectos, subversivos o perseguidos.

Esta denuncia socio-política, manifiesta por su contenido y temática, se ve reforzada en una dimensión adicional por los elementos formales incorporados ya que el uso de las calacas como elementos señalizadores introduce un elemento folclórico mejicano en un territorio del que estas personas han sido excluidas. Actúa así como un elemento de conquista cultural de un espacio prohibido, como elemento reivindicativo y de denuncia ante la frontera y el espacio nacionalista impuesto sobre el valor de la vida y las personas. Por otra parte, los propios autores referencian la potencialidad de las obras monumentales conmemorativas a la hora de evidenciar la realidad de las víctimas de conflictos bélicos o sociales de una forma tangible (sensorialmente accesible) que obliga al espectador a una reflexión más profunda de la que en principio está dispuesto a hacer. Además estas obras monumentales concentran sentimientos de comunidad, nacionalidad y solidaridad, así que la inmersión de este monumento en forma de instalación de realidad aumentada en territorio americano aumenta su componente de denuncia.

Por último, el uso del mundo virtual o real aumentado para la ejecución de este acto reivindicativo incide en la tendencia a extender la propia realidad personal y nacional al mundo virtual y no sólo físico. Aumenta las fronteras de nuestro espacio vital.

[2]GIANNETTI,  Claudia,  “Estética  Digital:  Sintopía  del  arte,  la  ciencia  y  la  tecnología”, L’angelot, (2002). 
[3]COUCHOT, Edmond, “Synthèse et simulation”, Poissant, Louise (ed),  Esthétique des Arts Médiatiques, op. cit. Vol II, pp. 275‐290, (1995).


Análisis de la obra “Border Memorial. Frontera de los Muertos”
Trabajo para el Curso Prácticas Artísticas Mediante Realidad Aumentada
Universidad Internacional de Andalucía
Junio 2012

3 de julio de 2012

Entrevista a Ilan Wolff, fotógrafo con cámara oscura

Interesantísimo reportaje a Ilan Wolff con motivo de la celebración del Taller de Cámara Óscura que impartió en la Universidad de Sevilla (y que lamentablemente me perdí) en mayo de 2011. Está repartido en tres entregas, de la que la que enlazo es justo la última. En este video, a través de una interesantísima entrevista, el artista explica su visión de la fotografía, de la mirada fotográfica y de cómo los medios son secundarios a la idea artística. No os perdáis ni la entrevista ni su trabajo. Recomendado 100%.