26 de febrero de 2006

De Herrera a Velázquez


Quedan sólo dos días para que los rezagados visiten esta exposición (en el Hospital de los Venerables del Barrio de Santa Cruz de Sevilla). Yo he logrado ir esta mañana muy bien acompañada a disfrutarla convenientemente. ¡Y ganas que tenía!

En esta exposición se reúnen distintas obras de pintores españoles del siglo de oro que se encontraban en diferentes museos del mundo, por ejemplo la "Adoración de los pastores" de la National Gallery de Londres, "La mulata" del Chicago Art Institute, la "Cabeza de muchacho" traída desde el museo de El Ermitage de San Petersburgo, o "Los músicos de la Gemäldegalerie" de Berlín. Vamos, un lujo.

Las obras expuestas trazan un recorrido desde la pintura más influenciada por el estilo flamenco hasta las tendencias del naturalismo influenciado por el estilo italiano. Se recogen obras de Herrera el Viejo, Velázquez, Zurbarán...

Tengo que resaltar a Velázquez; sus obras tienen sello propio y sobresalen en expresividad en las salas en las que se encuentran. El aire, ahí creo que está la fuerza de este genio, nadie como él ha sabido pintar el aire que se encuentra entre el ojo del espectador y el modelo; esa sensación de que puedes introducir la mano en el cuadro y tocar más allá.

Os recomiendo a todos que la visitéis, realmente merece la pena.

19 de febrero de 2006

El pájaro humano

Vinieron a aparecer un buen día doctor. De ser tan sólo dos amenazas en mi espalda tornaron en estas enormes alas con las que cargo.

Antojándoseme una bendición este suceso, intenté remontar el vuelo haciendo uso de mis nuevas extremidades, pensando en la generosa naturaleza que me brindaba la oportunidad de lograr uno de los más repetidos y antiguos sueños del ser humano: volar. Remontar el vuelo más allá de esta realidad mediocre del enjambre a ras de suelo. Elevarme sobre lo vulgar de mi propia e insulsa existencia. Lo intenté, una y mil veces y una y mil veces fue un fracaso. Se me astillaron los huesos en tantos intentos fallidos de elevarme. Sólo disfrutaba unos segundos de la ilusión de estar a punto de conseguirlo para verme inmediatamente estrellando mi cuerpo contra el duro suelo de la realidad. Así poco a poco mi piel se fue llenando de cicatrices y mi ilusión se fue marchitando como si algún tipo de invierno eterno estuviera cercando mi esperanza, acorralándola sin remedio en el rincón más secreto de mi alma.

Fue entonces cuando decidí cortar el problema de raíz. Yo sería adolescente, doctor, por aquel entonces. Tomé unas enormes tijeras y poco a poco mis pies desnudos en el baño se fueron rodeando de plumas. El dolor era enorme, me sentía a la deriva de una maldición que me dejaba a las puertas del paraíso, arañando los herrajes de sus cerraduras, sin poder pasar más allá. Hubo sangre aquel día y lágrimas.

Y crecieron de nuevo, una y mil veces, como una maldita mala hierba que se hubiera acomodado en mi espalda. Pero yo, impasible, seguí cortando cada vez. Y hubo más sangre, pero ya no más lágrimas.

El invierno ya estaba en mis ojos.

Hace unos meses mi esperanza se rebeló contra la meteorología y se arrancó enfurecida a elevar un canto desgarrado que conmocionó todo mi ser. Su voz de sangre vino a recorrer cada gélido rincón y a destruir esa cárcel de hielo en que se encontraba.

Ahora está irreconocible. No bien terminó su canto, invocó la extinción del dolor y me impuso la irrevocable obligación de aceptar estas alas. Sin bendición ni maldición como su causa, estas alas son ahora una parte más de mi. Debo cargar su peso muerto como un fardo necesario para alcanzar la completitud de mi ser. Ya no pueden ser amputadas sin llevarse tras de sí la esencia de un alter ego que he negado errando, he de reconocer, al querer desterrarme de mi misma.

Así vengo caminando, con ellas a la espalda, durante este tiempo. Se enganchan a veces en las revueltas del laberinto y se laceran a menudo atormentándome, pues la construcción de esta realidad nuestra no acepta humanos alados. Pero siguen ahí, erguidas como dos columnas de plumón que se elevasen al cielo al que son incapaces de alzarme; suplicando quizá el perdón por su cobarde existencia.

Doctor, como ve este ala mía está rota. Y es que en un tropiezo vino a quebrarse, como las ramas viejas del árbol cansado. El dolor es grande, por favor encuéntrele remedio. En otro tiempo la habría arrancado de cuajo junto con su hermana con la esperanza de que no volviera a aparecer en mi espalda. Ahora, doctor, temo que al cortarla mi esperanza me abandone, despechada por mi ofensa, PARA SIEMPRE.

17 de febrero de 2006

Las tres miradas del cíclope


Las tres miradas del cíclope se dirigen como en el cuento de Dickens hacia el pasado, hacia el presente y hacia el futuro. El pasado es una batalla en la que el enemigo es la abulia violeta que consigue vencer como Medusa a aquellos que la miran a los ojos; con los recuerdos como tropas de asalto que te derrotan seduciéndote con su dulzura. Un espacio para el aprendizaje, para el descubrimiento del propio yo en su enfrentamiento al misterio insondable de lo ajeno en el otro: tan similar a uno mismo y tan distinto. Y durante este período de conquista de la propia identidad subyace siempre la fiereza del amor profundo a la vida, el deseo de devorarla como una fruta dulce que humedece los labios y perfuma el aire.

El presente se abre con un poema seguro de sí mismo, firme y entero que llega golpeando frentes y portones. Se desenrolla el tiempo inexistente entre el pasado y el futuro convirtiéndose en la expresión imposible del milagro de la vida.

El futuro es afrontado desde la fortaleza bien cimentada del propio yo redondo y completo que se acerca al amor. Al amor de mariposas amarillas en el estómago que no es negación de uno mismo sino sublimación del propio ser para poder devenir en una versión mejorada en la dualidad. El descubrimiento de la autenticidad dentro del otro, el refugio del alma en la raíz del horizonte de un ser ajeno; la completitud y la felicidad.

La poesía de Rosa García Perea es rotunda y blanca, viva y palpitante. Se escucha de fondo el diapasón armonioso de su ritmo perfecto. Se encuentra en sus versos la belleza profunda del corazón desbordado de una poeta vital y radiante. Está recomendada para los corazones hambrientos de sustancia y profunda observación de la realidad.

Os lo recomiendo vivamente, es un libro que merece la pena ser paladeado.

16 de febrero de 2006

Gracias guapa


Después de mis comentarios sobre Escher y de que Maruja de Pro me hablara de los puzzles de este hombre y después de que yo le encargara uno y tal y cual... quedamos hace unas cuantas semanas (siento no haberlo contado antes, he estado missing, hoy me estoy desquitando) y me entregó el maravilloso puzzle.

Lo cierto es que es un infierno (todas las piezas son iguales) pero va saliendo poquito a poco. No me gustan demasiado las láminas de cuadros famosos (cuando los cuadros son MUY famosos, en los setenta por ejemplo se puso de moda tener una lámina de El Guernica encima del sofá; Escher no es tan famoso) y tampoco me han llamado nunca la atención los puzzles. Pero lo cierto es que la obra de Escher se presta maravillosamente al formato puzzle, a jugar aún más a la confusión. Realmente creo que al creador le habría gustado ver sus cuadros en este formato que permite al espectador jugar de otro modo con sus perspectivas imposibles y sus ilusiones ópticas.

Cuando dentro de mil años lo termine, colgaré una foto por aquí. De nuevo, ¡gracias maruja!

Lulila


Como algunos sabéis, me encantan los lunnis. Aquí os dejo una foto de la lunni que me acompaña en el curro. Me la regaló mi compi Rafa y la foto la ha hecho mi otro compi Maxtonso. ¿A que es pa comérsela? :P

Cálico electrónico


Para los que aún no conozcan este nuevo fenómeno de masas minoritarias (:P) dejo aquí el enlace a esta serie flash de un humor muy... muy... Bueno, vosotros juzgareis por vosotros mismos.

Os recomiendo encarecidamente el capítulo 6 "Cálico".

Palabras de amor

El pasado 14 de Febrero se presentó el libro "Palabras de amor" que recoge los poemas y cartas de amor finalistas y ganadoras del certamen convocado por la Asociación Artístico Literaria Itimad. La portada del libro es obra mía (ya sabéis la historia de los libros de Itimad). Los dibujos son de Granada Arias (cada día me gustan más sus dibujos :)).

Si alguien quiere conseguir el libro debe enviar un correo a asociacionitimad@hotmail.com.

Sigo en la brecha...

8 de febrero de 2006

La justicia

Hace tiempo que me planteé qué ventaja había podido suponer para el ser humano la consciencia. Ya que eso parece diferenciarnos del resto de los animales, cabría suponer que hay alguna razón para que la alcanzáramos. Como explicaba en mi artículo sobre mentes y máquinas, creo que la principal ventaja ha sido el obtener una capacidad de procesamiento no algorítmico: la intuición.

Ayer me planteaba una nueva pregunta: cuál es la ventaja evolutiva que aporta el sentido de la justicia que tiene el ser humano. Cuando vemos documentales pensamos que muchos de los comportamientos animales son injustos, pero estoy (casi) segura de que esos mismos animales no se preguntan a sí mismos si su comportamiento es justo o injusto. Sin embargo, nosotros parecemos permanentemente preocupados sobre qué es o no es justo.

Ví una película en la que se planteaba la siguiente idea: las personas que sufren accidentes o se ven envueltas en circunstancias graves suelen fracasar al intentar escapar de esas situaciones, no porque no tengan recursos para afrontarlas, sino porque quedan atrapadas en la autocompasión ("¿por qué me ha pasado esto a mi?"). Si esto es cierto -y algo de verdad parece que hay en el planteamiento- el sentido de la justicia en el ser humano parece un defecto evolutivo porque nos hace más débiles. Y la evolución no se equivoca, ¿o si?

Sigo pensando en ello...

5 de febrero de 2006

Dama con Armiño


Ha sido para mí una sorpresa descubrir la alta calidad literaria de los relatos contenidos en este libro ("Dama con Armiño", colección Ellas También Cuentan, editorial Torremozas). En un momento en que los best-sellers de baja calidad parecen ocupar todo el espacio literario, encontrar este tipo de literatura es un alivio y una alegría.

Desde el relato ganador de María del Mar Testón, una verdadera joya de pulidas caras y de quirúrjica pericia con el lenguaje, el libro nos va a abriendo ventanas a diversos mundos, todos ellos dibujados con la maestría de quien tiene oficio y arte en este mundo de la literatura.

Es grato sumergirse en la atmósfera cálida de "Ángelus" de Beatriz Actis, acariciar la metafísica cotidiana de "Patagonia" de María Cristina Alonso, la dulzura de María Dolores Canestri en "Juicio Final", el humor inteligentísimo de "Perla mía, se me nublan los ojos" de Margarita Cifuentes, el realismo mágico de Beatriz Rodríguez en "Las Viudas" y el más que apropiado y apoteósico cierre del libro con "El gran premio" de Marié Rojas.

Los libros de Torremozas se pueden encontrar en librerías y también a través de Internet. Recomendaré más libros de esta editorial puesto que me he suscrito a una de sus colecciones.

NF-HIPAC

Ya enlacé el artículo de Javi (Gufete) sobre herramientas básicas del administrador de sistemas. Escribió otro artículo que le rechazaron en linux.com sobre nf-hipac. Lo enlazo aquí, es otra lectura muy interesante.

Mentes y máquinas


He subido un artículo que escribí hace ya bastante tiempo sobre la posibilidad de que las máquinas lleguen alguna vez a ser inteligentes a la manera humana. Me reencontré con este artículo hace poco y creo que si bien no da la solución al problema, al menos puede hacer pensar al lector.

Espero que os sea de provecho.

Stevenson en El País

Este sábado se han publicado en El País dos relatos inéditos de Stevenson que merecen (muy mucho) la pena ser leídos:El Relojero y El mono científico.

Ya me contáis impresiones...

3 de febrero de 2006

Seguridad en Unix y Redes

Seguridad en Unix y Redes de Antonio Villalón es un libro muy recomendable para todos los informáticos de profesión y en general, para cualquiera que se sientra interesado por la seguridad informática.

Es una lectura amena, con un lenguaje directo y claro. Anticuado quizá en algunos enfoques pero una imprescindible lectura de base. Un libro para mantener en la mesita de noche (si te gustan estas cosas :P)