7 de enero de 2008

Acodado en la ventana,
aturdido por el galope feroz de la linterna mágica,
trenza un hilo invisible de recuerdos
que se sobrepone al tránsito.

Es seguro que sus dedos laboriosos,
perdidos en la urdimbre
serían capaces de trazar cualquier camino.

En realidad, su estupor lo provoca la certeza
de que el único requisito
es un tiempo ilimitado
que a ningún hombre se concede.

Sin palabras



Sólo añadiré que eran para niños y no había de mi número, que si no...

1 de enero de 2008

Buenos presagios


Gracias a agente naranja, hace tiempo que me convertí en una gran aficionada a los libros de Terry Pratchett, con lo que se ha potenciado mi natural inclinación por el humor inglés. Por otra parte, de mi pasado gótico (aunque sólo fuera gótica de colores o gótica a tiempo parcial, como se prefiera)*, me quedó el gusto por la obra de Neil Gaiman (además de un bote de laca de uñas negra). La saga de Sandman debería estar, si alguien la elaborase, en la lista de las obras más románticas y oscuramente bellas del mundo del arte. Para mí tiene además, el valor sentimental de haberme hecho descubrir el mundo de los cómics o novelas gráficas, como expresión artística.

Estos dos maestros escribieron, a cuatro manos, "Buenos Presagios" (1990). Es esta una novela divertidísima (capaz de hacerte llorar de risa, doy fe), completa, con un argumento sencillo pero bien tramado, con unos personajes inequívocos, expresivos, justos. No sólo, como decía Jose Luis Coll, el humor puede ser inteligente y elegante, sino que puede encerrar profundas meditaciones que por complejas encuentran su mejor expresión a través de la ironía.

El argumento, más allá de un Apocalipsis inminente (que recuerda a Douglas Adams y su autoestopista galáctico) y de la lucha ancestral del bien y el mal, es una reflexión sobre la esencia dual de la naturaleza humana; lo que en en las filosofías orientales se formula, de una forma menos divertida, en el concepto del ying y el yang.

Sobre la participación de cada autor en la obra, es inevitable que asalten al lector dudas sobre qué adjudicar a quién; sobre todo si como yo, ya conocía la obra de los dos con anterioridad. Se adivina el estilo de uno y otro en el desarrollo de la obra, pero parece que se hubieran fusionado realmente en un tercer y nuevo escritor, resultando el relato coherente y homogéneo. O bien habría que agradecérselo a algún acertado editor o bien, esta es una de esas obras que son descubiertas y no creadas (y sobre esta diferencia puede que hable en otra ocasión). Neil Gaiman dijo al respecto:

"We were both living in England when we wrote it. At an educated guess, although neither of us ever counted, Terry probably wrote around 60,000 "raw" and I wrote 45,000 "raw" words of Good Omens, with, on the whole, Terry taking more of the plot with Adam and the Them in, and me doing more of the stuff that was slightly more tangential to the story, except that broke down pretty quickly and when we got towards the end we swapped characters so that we'd both written everyone by the time it was done, but then we also rewrote and footnoted each others bits as we went along, and rolled up our sleeves to take the first draft to the second (quite a lot of words), and, by the end of it, neither of us was entirely certain who had written what. It was indeed plotted in long daily phone calls, and we would post floppy disks (and this was back in 1988 when floppy disks really were pretty darn floppy) back and forth"[1]

Una novela en suma muy recomendable para cualquiera con un mínimo sentido del humor. Si aún tenéis algún regalo pendiente para el día de Reyes, este libro puede ser un gran acierto.



*Adviértase el tono irónico, potenciado por las recientes lecturas

[1] http://journal.neilgaiman.com/2006/05/several-days-of-unposted-mailbag.html


Actualización del 4 de Enero: he creado el artículo de "Buenos Presagios" en la wikipedia española, que no existía. Por si alguien quiere mejorarlo.

Feliz año 2008

Pedir que en el nuevo año se cumplan vuestros deseos, me suena más a condena que a regalo, que como decía Karen en Memorias de África, "cuando los dioses quieren castigarnos, cumplen nuestros deseos". Así que prefiero pedirle al nuevo año que tengáis muchos sueños que perseguir y que la vida os sonría (que no es poco).

Y otra cosa buena del año que comienza es que... ya queda menos... :o)