31 de diciembre de 2008

Chau 2008

Parece que obligan las fechas a hacer algún tipo de reflexión sesuda sobre el cambio de año, pero es que cada vez me cuesta más escribir por aquí. Últimamente me siento más cómoda observando en silencio.

Sobre el cambio de dígito: suelo tener más sensación de que empieza el año en septiembre, cosa que nos pasa a muchos y supongo que es herencia de los tiempos de estudiantes. Pero puestos a hacer balance, este año no me cumplió lo que le pedí: que era tranquilidad. Al final, en los últimos meses no sé qué ha pasado que de repente el mundo se ha puesto patas arriba y al fin cambian para mejor las vidas de los que tengo cerca. Así que perdonaré el incumplimiento de la petición con mucho gusto.

Por mi parte, para los próximos meses ya cuento con alguna sorpresa (para los demás, que yo ya la sé). La anunciaré a bombo y platillo y por aquí también (y no, no se esperan patucos, que os veo venir).

Lo siento, no me quedan reservas en las profundidades filosóficas para despedir el año. Sólo quería desearos buena suerte y buena Vida para el año nuevo.

20 de diciembre de 2008