29 de noviembre de 2007

Mi no-cumpleaños

Entre algunos aborígenes australianos existe la costumbre de celebrar los tránsitos vitales muy a la manera de nuestros cumpleaños. Sin embargo, mientras que nosotros celebramos el aniversario de nuestra fecha de nacimiento, ellos celebran su crecimiento personal, la superación de alguna etapa, celebran que han avanzado en su tránsito vital, de algún modo.

Creo que la suya es una bonita forma de marcar el tiempo. Fuera de una arbitraria división en cómputos de segundos de reloj, tiene una extraordinaria belleza dividir la vida en las fases, en los tiempos que invertimos en aprender una lección u otra, en los momentos en los que nos sentimos crecer o le encontramos sentido a nuestro pasado. Esos instantes de nuestra vida en los que todo parece converger en un punto y algo empieza limpio y nuevo, aunque no entendamos el cómo.

Mañana celebro un no-cumpleaños al estilo de los aborígenes australianos. El sentido de la celebración se parece al de una fiesta de fin de año: el cierre y la apertura de un tiempo. Sólo que este no lo marca el calendario gregoriano sino mi propia vida.

Quien no me conozca pensará que bromeo cuando digo que presentía el cambio desde hace meses y los más racionales pensarán que lo provoqué yo misma al estar dispuesta a que se produjera. Quién sabe.

Mañana me despido de la convivencia diaria con unas personas que han formado parte de mi día a día en los últimos dos años. Me alegro de que algunos desaparezcan, no puedo negarlo, los hubiera apartado de mí hace mucho si hubiera podido hacerlo. También he aprendido a convivir con quien no es de mi agrado, una lección imprescindible.

Pero al pensar en otros, y este sentimiento es mucho más fuerte que el anterior, se me parte el corazón porque sé que ya no les voy a dar los buenos días cada mañana y que no voy a estar al tanto de esas pequeñas intimidades cotidianas que compartimos y que de ningún modo se parecen a las que se intercambian entre amigos que se ven unas horas, de vez en cuando.

Sufro ahora mi segundo gran divorcio laboral. Esto de estrechar lazos afectivos en el trabajo es algo que me propongo no hacer y que en lo que siempre acabo cayendo. Será porque me cuesta no pensar que trabajo con personas, algo que se suele pasar por alto demasiadas veces. Me va a resultar muy duro separarme de un compañero que ya forma parte de mi familia. Mi hermano Rafa, el mejor administrador de sistemas Linux que conozco y aún mejor persona. De una humildad que me llega a indignar por injusta. Divertido como él solo. No pienso consentir perderte de vista.

Voy a añorar a JJ (que acabe su casa y me deje decorársela), Jose Carlos (que consiga tener el bonsai más viejo del mundo), Mamen (que se compre muchos trajes para bodas... y el de la suya), Adolfo (que algún día alguien reconozca de una vez lo que vale), Antonio V. (que termine la obra de su casa y nos invite a sardinas al espeto para celebrarlo), Antonio S. (que aprenda a ser malo con los proveedores)... (y mi Maxtonso, que también ha formado parte de estos dos añitos, que ojalá sea muy feliz en la vida que se está construyendo ahora).

Dios, cuánta buena gente. Espero que haya muchas cervezas para juntarnos en un bar con cualquier excusa. Y también espero no llorar mucho mañana.

De este tiempo me llevo muchas cosas: algunas buenas, algunas malas. Las últimas irán al cajón de la experiencia y no serán removidas sin motivo. Las buenas no las guardo, me las quedo a la mano para convivir con ellas todos los días.

He tenido el honor de haber trabajado a las órdenes del mejor Consultor de Sistemas de Andalucía (y diría que...). Quien le conoce sabe que no exagero. Un maestro inmejorable del que aprender. No creo que muchos puedan sentir la tranquilidad de tener a quien preguntar cuando algo no sale y saber que se va a obtener una respuesta. Él apostó por mí. Despositó su confianza en una desarrolladora que se metía de sysadmin con cuatro ideas de base y muchas ganas de aprender. Ahora, gracias a él, gracias a Rafa, me voy con la certeza de que no hay tarea en sistemas que no sea capaz de realizar con el tiempo necesario. Por mis manos han pasado Apaches, Squid, Iptables, Binds, Dhcps, Tomcats, Mysqls, Postgresqls... Sistemas de almacenamiento NAS, SAN, ... Balanceadores de carga, clusteres de servicio... Sistemas virtualizados en Qemu, en Xen... Toda una infraestructura completa que conozco como la palma de mi mano y a la que también voy a echar de menos.

Esto es absurdo, ¿verdad? Una infraestructura de sistemas no es más que la unión de un montón de máquinas en las que corren un puñado de servicios. No existe como entidad propia, no es nada. Pero la echaré de menos. Ha crecido bajo mis manos, conozco sus atajos, sus defectos, sus puntos débiles y fuertes. Soy capaz de encontrar un workaround a cualquier problema de forma casi inmediata. Es mía, de algún modo. Y ahora va a dejar de serlo. Cambiará, la tocarán otras manos, evolucionará y si algún día vuelvo a verla ya no no seré capaz de reconocerla.

Mañana antes de irme, entraré en el CPD a despedirme de algo que no es nada.

Me llevo en la maleta la satisfacción de haberme demostrado mucho. He hecho mi trabajo y el de otros, he echado todas las horas que ha hecho falta, he estudiado en casa, he movido cielo y tierra cada vez que había que resolver un problema y por una vez, me siento bien conmigo misma sin ninguna reserva. Ni siquiera en mi obsesión más perfeccionista soy capaz de hacerme dudar esta vez: he hecho todo lo que estaba en mi mano.

Si ese cien por cien mío ha sido suficiente que sean otros quienes lo juzguen.

He tenido ocasión de haber conocido y trabajado con grandes profesionales: Javier, Rafa, Juan Carlos, Jorge, Lucas, Rafael, David,... Gente de la que he aprendido mucho en lo técnico y, si cabe, más en lo humano. Curiosamente son los más humildes, los más amables, los más flexibles, los más dispuestos a escuchar antes de hablar. Son los mejores de entre nosotros.

Me marcho a un nuevo ecosistema. Con gente nueva, reglas nuevas. Voy a hacer tareas distintas, un trabajo que me supone un reto profesional y que me brinda la oportunidad de demostrarme nuevas capacidades. Me voy con el firme propósito de no estrechar lazos personales para no volver a pasar por todo esto, pero con la certeza de que, inevitablemente, volveré a hacer algún buen amigo.

Preparando mi no-cumpleaños me he dado cuenta de la enorme red social que he construido aquí. Han sido muchos los buenos y sinceros deseos que he recibido. Muchos más de los que, en mi desconfianza natural, esperaba.

Me voy sabiendo que inicio otra etapa que también tendrá su fin algún día. Porque sigo viva y porque todo lo vivo evoluciona, cambia, dejar pasar el tiempo a su través y celebra muchos no-cumpleaños...

18 de noviembre de 2007

Producing Open Source Software


Aparentemente este es un libro sobre cómo gestionar proyectos de software libre y lo es. Pero es también un libro sobre política dentro de las empresas de IT (Information Technology). Cada uno de los puntos que se discuten enlaza fácilmente con situaciones con las que los trabajadores de IT nos encontramos a diario. Situaciones más cercanas a la sociología que a lo rigurosamente técnico.

Este libro responde, además, a una cuestión que observo con frecuencia. Entre los problemas que padece la industria de IT (en Andalucía al menos, aunque sospecho que esto se puede encontrar en otras regiones), uno es que la excelencia técnica rara vez va acompañada de habilidades políticas y lo que es peor, de expresión oral y escrita (existiendo por supuesto el que no es excelente ni técnica ni comunicativamente). Esta afirmación, aunque puede resultar alarmista o incluso pedante, no es más que el resultado de una observación que repito sin quererlo.

De nada sirve ser un técnico excelente si no se sabe dialogar, comunicar con claridad las ideas, negociar y dejar por escrito lo que vamos a hacer, lo que se ha hecho y lo que se hará.

Todas estas capacidades comunicativas, al no estar circunscritas al plano técnico de forma directa, no se estudian en las carreras de Informática ni en las FPs y, sin embargo, pueden marcar la diferencia entre un técnico más y uno imprescindible en una organización.

Y aquí hay un vacío que aprovechan algunos: se da el caso de que personas poco cualificadas técnicamente logran ascender vertiginosamente en una organización en virtud de su dominio de esas actividades sociales que comento.

¿Qué ocurre con técnicos poco cualificados en habilidades comunicativas y que, por la propia naturaleza de su labor tienen que trabajar a menudo en equipo? Cómo se relaciona cada individuo en el grupo, cómo se integra en él y cómo se comunica es un factor de éxito, no sólo para la carrera profesional del técnico sino para el proyecto o la organización en su conjunto.

Cualquier trabajador de IT con algún cargo de responsabilidad en el grupo, que tenga que actuar cómo líder, debe ser capaz de despertar y motivar la mejora de las habilidades sociales de sus miembros si quiere aumentar las probabilidades de éxito.

¿Qué ocurre si el equipo trabaja en un proyecto de software libre? Pues que es aún más importante mantener la motivación, equilibrar las jerarquías, controlar los elementos que generan desequilibrio.

Este es un libro que cualquier trabajador de IT debe leer, ocupe o no un puesto directivo. Se lo recomiendo a cualquiera que guste de levantar la cabeza por encima de las paredes de su cubículo para intentar ver un poco más allá de la rutina diaria.


El libro se encuentra disponible para descarga en pdf

Tengo que agradecer a penyaskito y a phobeo la recomendación :)

17 de noviembre de 2007

La mejor escena de Dumbo

Para mí, claro :)

La voz, es de Florencio Castelló, sevillano emigrado por causa de la guerra civil a sudamérica, donde trabajó como actor en multitud de películas y realizó doblajes tan famosos como el de este buitre o el del gato Jinx de Pixi y Dixi.

Me encantan esos movimientos de jazz, ese glamour de bajos fondos de estos buitres de bareto lleno de humo y música...

Que ustedes lo disfruten...

Al alejarme de ti abrigaba
-ahora lo sé-
la esperanza de que fueras feliz.
Siento que la suerte no te sea propicia,
siento que no hayas cambiado nada
y que sigas buscándote sin resultado.

7 de noviembre de 2007

El orfanato


Siento decir que estoy fuera de esa especie de embrujo general que hace que todo el mundo hable tan bien de "El Orfanato", curiosamente diciendo todos exáctamente lo mismo. No puedo negar que la película es entretenida y que logra poner al espectador en tensión. Tampoco negaré, porque además sería inútil ya que hay testigos, que di más de un salto en la butaca. Tengamos en cuenta también que en el cine las impresiones son mayores para mí. (Sobre todo porque entrando en la sala por poco me mato en las escaleras, así que ya empecé asustada).

El guión -tan celebrado- fue sometido al ojo crítico y la sensatez de Javi y quedó bastante descompuesto. No entiendo bien el porqué de esa repetición sobre que no tiene fisura alguna cuando para nosotros fue tan fácil encontrarlas. De nuevo no puedo negar que la idea es buena y que la historia es bastante completa, pero considero que podría haber dado mucho más de sí.

La fotografía es estupenda. La estética cuidadísima, aunque en ocasiones incoherente. Quizá esto es un recurso para crear el ambiente intemporal en el que se mueven los personajes. Podría ser.

Lo peor: el final. Demasiadas explicaciones me temo. No sé si es muy compartido mi gusto por la ambigüedad y las elípsis (reforzado por Ángel Leiva), pero para mí habría sido mucho más sugerente haber eliminado los últimos minutos.

Así, que finalmente es una película que os recomiendo ver si vuestras expectativas no son demasiado altas, si os gusta el género o si simplemente os atrae la estética. Ya me contaréis.

5 de noviembre de 2007

"The lonely Seamonster"


A través del blog de Salamandra descubro el interesante trabajo de Deanna Molinaro. Le gustará a los amantes de la estética gótica y el humor negro de Tim Burton.

Os transmito (i++) la recomendación de Salamandra: el cuento "The lonely Seamonster"

(La foto del pulpito va dedicada al Chache)

[[Por cierto, para los que andan preocupados por la falta de actualización del blog: no ha pasado nada, sólo que últimamente estoy poco comunicativa. Sigo leyendo, escribiendo, poco eso sí, y aprendiendo mucho, así que todo marcha bien. Gracias por el interés a los que han preguntado.]]