28 de septiembre de 2025

El relato como género literario



Esta introducción teórica al relato la escribí para el Club de Lectura de Palomares del Río. Es particularmente extensa, así que dejo por aquí sólo un extracto y al final del post dejo el enlace al pdf con el artículo completo.


La necesidad de hablar de géneros literarios surge de la utilidad que resulta de disponer de una taxonomía que clasifique los textos dentro de determinadas categorías para poder establecer semejanzas, parentescos, extraer estructuras comunes, … Es un facilitador del estudio.

Por su parte, para los autores y lectores, los géneros actúan como acuerdos tácitos que conforman expectativas. Un lector de western espera determinados clichés o escenas, un lector de gótico también parte de unas expectativas… queda por parte del autor decidir qué hacer con lo que espera el lector, si satisfacer eso que espera encontrar o bien ofrecerle alguna sorpresa.

«Literatura es faltar a la norma sin que sea error» Antonio Rivero Taravillo

En realidad, desde el modernismo, los géneros se han desdibujado en hibridajes y experimentación, pero es importante conocerlos para tener una idea de la estructura, herramientas y enfoques que permite cada formato.

«El género es un problema para los libreros, no un problema literario» Rick Moody

Para la clasificación por géneros se tendrá en cuenta el contenido y la estructura. Aunque siendo precisos los criterios de clasificación incluyen cuestiones semánticas, sintácticas, fonológicas, discursivas, formales, contextuales, situacionales y afines. Como decíamos, las fronteras son difusas y la experimentación es habitual.

Además de tener fronteras difusas, estas clasificaciones son cambiantes a lo largo de la historia. Se inician en la Grecia clásica y evolucionan con el tiempo, así como el canon o los estudios literarios, por lo que no hay que tomarlos como esquemas rígidos. Por ejemplo, hay una amplia discusión sobre la ubicación del género del microrrelato y su entidad cómo género propio, mientras que hay quien lo considera subgénero del relato (¿es el Plutón de los géneros literarios?)...

Actualmente, y de forma general, se consideran cinco grandes géneros: narrativa, lírica, poética (estudios del autor sobre su propia obra, el arte y la literatura; no confundir con la lírica), dramático (teatro, cine…) y género didáctico (divulgación de ideas por medios literarios). A su vez, todos estos géneros se ramifican en subgéneros en un árbol de categorías, pero nos centraremos en la narrativa.

El género narrativo, en su origen, presentaba unos hechos legendarios haciéndolos pasar por verdaderos. Para ello utilizaba la narración, entremezclada con descripciones y diálogos. Su origen es la narración oral. Frente a la lírica, el objeto del género narrativo es la presentación de hechos, ficcionales o no, y no sentimientos, emociones y sensaciones (aunque, como decíamos, siempre habrá excepciones o textos de clasificación confusa).

Narren hechos ficcionales o no, se basan en la existencia de unos personajes, un espacio y un tiempo...


El relato como género literario. PDF completo

23 de mayo de 2025

Nada de Carmen Laforet




Esta reseña la escribí para el club de lectura de Palomares del Río. Es particularmente extensa, así que dejo por aquí sólo un extracto y al final del post dejo el enlace al pdf con la reseña completa. He tomado algunas ideas del prólogo de Rosa Navarro Durán que acompaña la edición de Austral de la novela

La novela Nada de Carmen Laforet fue la primera ganadora del premio Nadal en el año 1944. Por ella, Laforet recibiría más premios y el elogio de ser considerada una de las novelas más importantes en España en el siglo XX. Esto, que ahora justificaremos, es además todo un logro para la escritora que entonces tenía apenas veintitrés años.

Laforet ya nunca alcanzó la altura de esta novela en el resto de su obra. Primero porque un logro así es difícil de superar y ejerce cierta presión en los autores (el suyo no es el único caso) y, luego, según la crítica, por la reducción de su producción y, quizá, por su conversión al catolicismo, lo que daría un giro a sus temas y estilo.

Se repite constantemente que se trata de una novela que, con su modernidad, produce una disrupción en la tradición literaria española. Dice Miguel Delibes:

«La prolijidad, el afán de atar todos los cabos, típico de la novela de anteguerra, no se da ya aquí; es quizá, el primer chispazo de renovación formal ofrecido por la novela española».

Siendo esto totalmente cierto, hay que contextualizar que esta renovación es innovadora dentro del contexto nacional, pero no tanto a nivel internacional. Hay que tener en cuenta que, en 1922, James Joyce ya había publicado el Ulises, Virginia Wolf había publicado La señora Dalloway en 1925, La búsqueda del tiempo perdido de Proust se escribió en los años 20 y Faulkner estaba escribiendo en los años 30. Esto sin rebajar el valor de esta novela de Laforet, lo contextualiza.

La novela, como indicaba Delibes, huye de las estructuras tradicionales y las tramas completas y cerradas, abandona el determinismo y abraza la ambigüedad. Se desarrolla en una trama inasible apenas esbozada. Y esto queda perfectamente expresado cuando Juan Ramón Jiménez dice de Laforet:

«Porque usted es una novelista de novela sin asunto, como se es poeta de poema sin asunto. Y en esto está lo más difícil de la escritura novelesca o poemática»

El nada en que insiste el texto como un leitmotiv y que titula la novela, viene a señalar esa ausencia de asunto. Todo se sustenta en la mirada de Andrea, en su visión, que es capaz de convertir lo que ve en trama novelesca. Su palabra literaria y el interior de sí misma es lo único que se opone a esa nada.

Su mirada es profundamente sensorial. Describe su entorno desde los sentidos, haciendo bellas descripciones de percepciones táctiles, olfativas, la luz o la sutileza del cambio en el entorno. La novela alterna así momentos de profundo impresionismo con otros pasajes expresionistas...

Reseña completa de Nada de Carmen Laforet