23 de mayo de 2025

Nada de Carmen Laforet




Esta reseña la escribí para el club de lectura de Palomares del Río. Es particularmente extensa, así que dejo por aquí sólo un extracto y al final del post dejo el enlace al pdf con la reseña completa. He tomado algunas ideas del prólogo de Rosa Navarro Durán que acompaña la edición de Austral de la novela

La novela Nada de Carmen Laforet fue la primera ganadora del premio Nadal en el año 1944. Por ella, Laforet recibiría más premios y el elogio de ser considerada una de las novelas más importantes en España en el siglo XX. Esto, que ahora justificaremos, es además todo un logro para la escritora que entonces tenía apenas veintitrés años.

Laforet ya nunca alcanzó la altura de esta novela en el resto de su obra. Primero porque un logro así es difícil de superar y ejerce cierta presión en los autores (el suyo no es el único caso) y, luego, según la crítica, por la reducción de su producción y, quizá, por su conversión al catolicismo, lo que daría un giro a sus temas y estilo.

Se repite constantemente que se trata de una novela que, con su modernidad, produce una disrupción en la tradición literaria española. Dice Miguel Delibes:

«La prolijidad, el afán de atar todos los cabos, típico de la novela de anteguerra, no se da ya aquí; es quizá, el primer chispazo de renovación formal ofrecido por la novela española».

Siendo esto totalmente cierto, hay que contextualizar que esta renovación es innovadora dentro del contexto nacional, pero no tanto a nivel internacional. Hay que tener en cuenta que, en 1922, James Joyce ya había publicado el Ulises, Virginia Wolf había publicado La señora Dalloway en 1925, La búsqueda del tiempo perdido de Proust se escribió en los años 20 y Faulkner estaba escribiendo en los años 30. Esto sin rebajar el valor de esta novela de Laforet, lo contextualiza.

La novela, como indicaba Delibes, huye de las estructuras tradicionales y las tramas completas y cerradas, abandona el determinismo y abraza la ambigüedad. Se desarrolla en una trama inasible apenas esbozada. Y esto queda perfectamente expresado cuando Juan Ramón Jiménez dice de Laforet:

«Porque usted es una novelista de novela sin asunto, como se es poeta de poema sin asunto. Y en esto está lo más difícil de la escritura novelesca o poemática»

El nada en que insiste el texto como un leitmotiv y que titula la novela, viene a señalar esa ausencia de asunto. Todo se sustenta en la mirada de Andrea, en su visión, que es capaz de convertir lo que ve en trama novelesca. Su palabra literaria y el interior de sí misma es lo único que se opone a esa nada.

Su mirada es profundamente sensorial. Describe su entorno desde los sentidos, haciendo bellas descripciones de percepciones táctiles, olfativas, la luz o la sutileza del cambio en el entorno. La novela alterna así momentos de profundo impresionismo con otros pasajes expresionistas...

Reseña completa de Nada de Carmen Laforet

21 de mayo de 2025


Las cartografías del desaliento
dejan en las manos polvo viejo
esquirlas de pieles cuarteadas
con olor a cementerio tras la lluvia
vacío tras los ojos que se creen abiertos
un crujir de huesos
como puertas que nunca se abren
Festeja
no aparecer aún en el mapa
la hemorragia nasal
el pulso disonante
la torpeza tambaleante de tus caricias
incluso cuando se regalan impertinentes
esos pies
que aún consiguen tropezarse uno con otro
las caídas incluso
nunca tan definitivas
sigue
con la esperanza de no incluirte en las fronteras
de esos países ajados
en esa turbia niebla que llaman equilibrio
que no te hace mejor que la fruta podrida
Permanece de este lado
si puedes
inclasificable
viva
Tú.

8 de abril de 2025



Habitan en mí universos
—cuentas de un collar infinito—
matrioskas, fractales,
vastos desiertos hechos de relleno de embalar y algunas rocas,
cordilleras como dientes acechando un bocado,
icebergs que se expanden para alcanzar los extremos de lo real:
hacia el ilimitado fin del cielo, hacia lo hondo inasible de la tierra.
Hay en mí manglares, tundras, cimas y abismos que te devuelven, si los miras,
unos ojos tristes que abrazan.
Habita en mí la sombra inconmensurable de la certeza.
En mí la luz que no te dejará nunca abrir los ojos.
Comprenden mis fronteras los deseos más audaces y toda la impotencia del espíritu.
Soy carne, alma, latido, pensamiento.
Soy
y a pesar de tanto,
un sinfín de yoes que se turnan
frente a un espejo roto
multiplicador de lo que ya es múltiple.
Soy
el único lugar en que hallarías las claves
pues para toda respuesta guardo su pregunta.
Y, sin embargo,

que lo has visto,
sin volver siquiera la vista atrás,
sigues tu camino
y pasas de largo.

30 de marzo de 2025



Tanto tiempo buscando la pieza faltante
que la mano tiembla
la piel se muda
apenas llega el aire y con él la vida
la alegría duele como un puño
y si se acomodan los versos
apenas consiguen sostener
una coherencia renovada

Con todo
cuesta no festejar toda esperanza posible
ser la lechera del cuento
a pesar de esta lucidez primera
que te presenta
sin apagar ninguna luz
todas las sombras a un tiempo

Y contemplas el puzzle completo
y repican campanas en alguna parte
y el mundo sigue rodando como si nada
cada uno a lo suyo
como si no hubiera cambiado todo.

27 de febrero de 2025



En el laberinto de espejos nada es su reflejo
y es tan imposible caminar en círculos
como encontrar la salida.

Cuando miras de frente a la sombra,
apenas te devuelve unos ojos tristes.

Y es que somos para siempre la compañía del monstruo.

No hay Ariadnas confiables.
Cuidado con sus telarañas.
Cuidado con amar sonrisas de gato de Alicia.
Estamos todos locos de este lado.

Suena un tictac
y, al menos de momento,
sigues.
Todo continúa su ciclo despiadado.

Recuerda, querida niña,
no pierdas esta certeza entre las sombras:
sólo te rompiste
porque no cabías dentro de ti.




In the labyrinth of mirrors, nothing is its reflection,
and walking in circles is as impossible
as finding the way out.

When you meet the shadow’s gaze,
it barely returns a pair of sad eyes.

For we are, forever, the monster’s companions.

No Ariadnes can be trusted.
Beware their webs.
Beware worshipping the smiles of Cheshire cats.
We are all mad here.

A ticking sound echoes,
and, if only for now,
you remain.
Everything follows its merciless cycle.

Remember, dear child,
do not let this certainty fade into the shadows:
you only shattered
because you could not fit inside yourself.


Plegarás las alas quemadas de sol
hasta borrar la diana de tu pecho.
Asolarás los laberintos
para con certezas abrir nuevas rutas;
ya nunca caminarás perdida.

Si llueve, ya no habrá diluvio.
el sol no volverá a incendiarte.

Serás bendecida
—de vez en cuando, quizá, pero suficiente—
y agradecerás la mano que te rescata.

No existirá maldición capaz
de cubrirte los ojos,
pero la lucidez ya nunca será amarga.

El abismo dejará de vigilarte las entrañas
porque de lo que una vez vio en ti,
aquello tan roto y bello,
aquello que una vez fuiste,
de aquello
sanarás
y no quedará nada.

25 de enero de 2025

Ni esto ni aquello
todo lo contrario
tampoco todavía
Quizá
Sin embargo
Del revés y del derecho
las costuras vueltas
no obstante
por si acaso
Es que es tremendo
Perdida en el depende
toda certidumbre
como una jaula de grillos
o como el silencio
qué importa
Sea aullido o aplauso
entre paréntesis
espera la certeza
discreta, pero taimada
capaz de hacer palanca
para mover el mundo.

24 de enero de 2025

No hay calabazas
ni toque de queda a medianoche
pero a veces se apartan las nubes
y como por arte de magia
puedes calzarte el zapato de cristal
tú de ambos lados de la prueba
tú volviendo luego sola al castillo
tú limpiando sola una casa interminable.