19 de septiembre de 2007

Tenía tanta hambre que se devoró a sí mismo. Por desgracia, esto le provocó una severa indigestión y acabó devolviéndose.

5 comentarios:

pupupidu dijo...

Pues seguro que hay una flor de Bach para la indigestion! ;o)

Anónimo dijo...

Acido, pero genial, Rosa.
Fígaro

Rosita Fraguel dijo...

Fígaro, no sé si es buena esta exploración de mi lado más irónico... no sé si es buena para los demás, porque lo que es yo me estoy quedando de a gusto... ;)

Anónimo dijo...

Ingenioso e incisivo .A veces con pocas palabras obtenemo grandes resultados

Esperanza

Anónimo dijo...

Admirada Sra.Fraguel;
La autofagocitación es un inequívoco síntoma de narcisismo. Esto es así, dado que el ser humano tiende a comer aquello que encuentra especialmente apetitoso. Excepto en el caso de tener hambre, en el que devora a sus semejantes con un afán meramente nutritivo. Casi una fría adición de calorías.

¿Se comería usted a sí misma, Sra.Fraguel?. Es una pregunta que me hago sin esperar que me responda. Pero si yo fuese usted, y fuese mi pecado el narcisismo, sin duda me daría unos bocaditos.

Su rendido admirador.