3 de enero de 2009

A pesar de todo

El sueño que no mengua el dormido
el hambre que no calma alimento alguno

la voz en ahogo

las probabilidades mal trucadas
los estómagos prisioneros
calma chicha

devanando hilo sin ver ni un centímetro entre los dedos

murmullo de músculos de mármol
dedos cubiertos de hormigas
lengua inmóvil

una pequeña esperanza temblando al fondo de una pupila oscura
arrinconada tras el pelotón de las ideas
a punto de apretar el gatillo

pregúntate
¿hay vida antes de la muerte?



El último verso es un grafiti del metro de Nueva York al que suele referirse Eduard Punset por su irónica sabiduría

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