7 de junio de 2009

30 años y un día

Y no, no es una condena, ni mucho menos.

Un día después, toca hacer la reflexión que ayer sólo quedo en el ámbito privado de mi cabecita. Entre otras cosas porque no tuve tiempo de hacerla -parcialmente- pública. La reflexión, como siempre, gira en torno a lo aprendido, lo ocurrido y lo vivido en este último año.

De repente, esa antigua idea de que la gente de treinta era vieja se ha transformado en la idea de que la gente de treinta está en la mejor juventud. ¡Lo que cambia la perspectiva! Y sí, ya dije por aquí que creo haber encontrado una forma de vivir más satisfactoria. Aquello del "ver, oír y callar": aprender con más base, con más experiencias previas, a conocer a los demás y a mí misma. No está mal.

Por desgracia, este año se ha despertado un dragón. Uno bastante horrible del que creí ingenuamente que ya no tenía que volver a preocuparme. De momento ahí está enjaulado y furioso. No tengo intenciones de alimentarlo, pero a veces uno mismo llega a ser bastante retorcido.

Y esto me lleva a la idea principal que resume este último año, mi vida y creo que la de todos: el "a pesar de todo". La fuerza, el optimismo, la alegría de ser y de sentir, al final no es más que una decisión. Esto me lo enseñó hace tiempo alguien muy valiente, pero ahora lo veo aún más claro. DECIDIR VIVIR, así con mayúsculas. Con plenitud. A pesar de todos los reveses, que siempre los hay. Un decisión que parte precisamente de la maravillosa capacidad que tenemos para tomarlas. El no dejarse llevar y ser un héroe anónimo que es capaz de blandir un "a pesar de todo" contra la fortuna. Admiro a mucha gente así a mi alrededor y aspiro a ser como ellos. Ya que estamos aquí, disfrutemos, ¿no?

Quiero agradecer a todos los que convirtieron mi cumpleaños en un día especial, su compañía (física o no) y su cariño. ¡Cuánta buena gente junta! ¡Qué bien vienen estos momentos para atesorarlos y abrir la cajita de los recuerdos en los momentos bajos! Gracias por los regalos, estoy alucinada porque cubristeis todos los palos sin pisaros... sospecho que ahí ha habido un curro de coordinación, ¿me equivoco? ¡Increíble!

Gracias a la otra mitad de mi mejor yo, por estar ahí, por aguantarme, por quererme a pesar de mí misma, por compartir esta VIDA conmigo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Da gusto estar a vuestro lado echando buenos ratos a la vida.

Fue un placer mutuo.

Anónimo dijo...

... y si, los treinta son plena juventud... y yo ya casi estoy viendo que los cuarenta también!! =:-/

Fígaro dijo...

Ah, ¡los treinta!(y un día).
Dos décadas más, y aquí una amiga. Que te quiere, que te felicita, que te asegura que sí, que a pesar de los reveses, la vida merece la pena ser vivida.

Besazos.

Rosita Fraguel dijo...

Un besito Fewibef, estoy segura de que los cuarenta son otra juventud más. Y a mi amiga Fígaro, pregúntale si no lo son también los cincuenta. ¡Si siempre seremos jóvenes!

Fígaro, un besazo, te echo de menos. A ver si nos vemos prontito :)

agente_naranja dijo...

:_)