23 de abril de 2014

Eterno retorno y Tejo


Eterno retorno

Mientras la impía lluvia borraba la rayuela, se preparaba el sol tras las nubes para succionar el agua de los charcos. Ya se hacían a la idea las varias capas de cielo para el viaje en ascenso de los nuevos vapores. Incluso retenía el agua memoria de sus próximos cambios de estado. Repiqueteaba alegre por la futura condensación y la implacable caída que la llevaría, una vez más, a la casilla de salida.

Tejo

Mientras la impía lluvia borraba la rayuela, jugaba a simular lágrimas sobre las mejillas del huérfano. En la bañera rebosante, el goteo del grifo formaba ondas escarlata y la madre aceleraba su sueño. Vuelta tempestad, el agua sacudía con violencia el crucero mientras él le pedía matrimonio. Desbordaba el cauce del río que hundía la casa de su infancia. Lamía su frente en bendición y ella repetía un llanto indescifrable en la iglesia silenciosa. Fría y mezclada en jabón insistía en el chapoteo de la matrona borrando de su piel el recuerdo del paraíso. La misma agua la envolvía sumergiéndola en un remanso cálido. Y luego, nada.


Micros participantes en el concurso Relatos En Cadena que marcaba la frase de inicio

4 comentarios:

arktos-temis dijo...

Me gusta mucho ese Sísifo acuático que te has montado en el primero Rosita. No menos que la omnipresente segunda.

Muy buenos los dos.

Abrazo.

Rosita Fraguel dijo...

Muchas gracias Miguel. Te voy a dar el premio al lector más fiel :) Un placer tenerte por aquí :*

Luisa Hurtado González dijo...

Como a Miguel, el primero me gusta mucho más, me resulta más simpático, dinámico.
Podría ser que el agua a fuerza de repetir caminos se aburriese, pero no, parece que se sigue divirtiendo o eso me has trasmitido y me gusta.

Rosita Fraguel dijo...

Yo también creo estar de acuerdo con vosotros. Al segundo no le ha sentado bien la restricción en el número de palabras y ya tampoco me veo escribiéndolo de nuevo sin ella. Así quedó el pobre: oscurito y denso :)

Gracias por pasarte y comentar Luisa :)