8 de enero de 2018

Bucear en el lago que había al lado de la casa...


Aviso: osiva

Bucear en el lago que había al lado de la casa sólo entrañaba un riesgo: el de chocar con alguna de las paredes del reflejo o colarse sin querer por alguna ventana invertida. Nos lo advertían mucho y nos recordaban aquel verano en que el primo Blas, desde dentro y al revés, no pudo encontrar la puerta.

Ausencia ficción

Bucear en el lago que había al lado de la casa era la única forma de perder de vista un rato el horrible paisaje: allí se podía uno figurar el encuentro con algún pez o imaginar el bosque que hubiera debido verse al salir a la superficie. Pero al final, los extraños líquenes naranjas, el agua amarilla y la ausencia de toda vida hacían imposible olvidar que aquella casa solitaria sólo estaba rodeada por la tierra yerma del planeta equivocado.

Microrrelato escrito para el concurso Relatos En Cadena que marcaba la frase de inicio.

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