20 de noviembre de 2018
De estranjis
Cuando prohibieron los libros pusieron un ultramarinos donde la librería. Allí Consuelo, la antigua librera, te vende las legumbres a granel y los huevos en cartuchos de papel de periódico. Pero a los antiguos clientes, cuando nos ve languidecer demasiado, nos entremete páginas clandestinas que guardamos en los dobles fondos de los cajones y leemos a escondidas entre suspiros de alivio.
Micro escrito para el 4º Premio Gusanito Lector de microrrelatos que marcaba el tema: la librería
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