27 de febrero de 2025



En el laberinto de espejos nada es su reflejo
y es tan imposible caminar en círculos
como encontrar la salida.

Cuando miras de frente a la sombra,
apenas te devuelve unos ojos tristes.

Y es que somos para siempre la compañía del monstruo.

No hay Ariadnas confiables.
Cuidado con sus telarañas.
Cuidado con amar sonrisas de gato de Alicia.
Estamos todos locos de este lado.

Suena un tictac
y, al menos de momento,
sigues.
Todo continúa su ciclo despiadado.

Recuerda, querida niña,
no pierdas esta certeza entre las sombras:
sólo te rompiste
porque no cabías dentro de ti.




In the labyrinth of mirrors, nothing is its reflection,
and walking in circles is as impossible
as finding the way out.

When you meet the shadow’s gaze,
it barely returns a pair of sad eyes.

For we are, forever, the monster’s companions.

No Ariadnes can be trusted.
Beware their webs.
Beware worshipping the smiles of Cheshire cats.
We are all mad here.

A ticking sound echoes,
and, if only for now,
you remain.
Everything follows its merciless cycle.

Remember, dear child,
do not let this certainty fade into the shadows:
you only shattered
because you could not fit inside yourself.


Plegarás las alas quemadas de sol
hasta borrar la diana de tu pecho.
Asolarás los laberintos
para con certezas abrir nuevas rutas;
ya nunca caminarás perdida.

Si llueve, ya no habrá diluvio.
el sol no volverá a incendiarte.

Serás bendecida
—de vez en cuando, quizá, pero suficiente—
y agradecerás la mano que te rescata.

No existirá maldición capaz
de cubrirte los ojos,
pero la lucidez ya nunca será amarga.

El abismo dejará de vigilarte las entrañas
porque de lo que una vez vio en ti,
aquello tan roto y bello,
aquello que una vez fuiste,
de aquello
sanarás
y no quedará nada.