7 de abril de 2007

Novecento. La leyenda del pianista en el océano.


Hay dos formas de contar una historia. Una, al estilo de las larguísimas novelas decimonónicas: describiendo con detalle cada situación, cada personaje, creando en la mente del lector una copia fiel de la historia que imaginó el escritor.

La segunda es un engaño. Lo es porque se disfraza de sencillez sin ser sencilla. Se trata de economizar los recursos. Busca usar el menor número de pinceladas posibles para conseguir un gran cuadro. Construir para el lector un andamio de historia y exigirle que sobre ella cree, que se convierta también en artista. Probablemente el resultado no tenga nada que ver con la historia imaginada por el autor, pero ese puede ser precisamente el objetivo.

Ambas estrategias son acertadas, coexisten y han dado lugar a grandes obras tanto en la literatura como en otras artes.

"Novecento" pertenece al segundo enfoque. Es el guión de un monólogo teatral de Alessandro Baricco que también fue llevado al cine. Es bello, (me advirtieron del pleonasmo) Es sencillo, es equilibrado y es tremendamente hermoso. Una historia como un sueño: la del mejor pianista del mundo que nació y creció en un barco sobre el mar y jamás pisó tierra firme. Música, jazz, mar, sueño, libertad. Un perfecto andamio sobre el que construir una historia de esas que jamás nos abandonan.

No dejéis de leerlo. Otra lectura recomendada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hummm.... "bello" y "tremendamente hermoso" no constituyen un pleonasmo?.

Seguro que te has dejado arrastrar por la pasión.

Uno que te lee.

Rosita Fraguel dijo...

:$

Pues sí, tienes toda la razón. Cosas de aturrullarse escribiendo :P

Lo voy a cambiar ;)