14 de mayo de 2008

No hay soledad peor que tu silencio.

Las paredes se han pintado de gris
y los relojes están mudos
después de tanto tiempo gritado.

Se adormecen los rincones de la mejor parte
y es una amenaza aterradora la posibilidad del Nunca,
de tantas hojas en blanco revoloteando la rutina
que me atrapo en la bola de nieve que sigue girando.

Ahora no importa ya que interpretara tus gestos tan torpemente
o que fuera incapaz de estar a tu altura.
Ahora sé que la búsqueda justifica,
no el encuentro.

Ahora, pido reencontrar los ecos de tus pasos
y si al final he de salvarme
que me abandone tu recuerdo,
ser un ciego que nunca te ha visto,

porque quizá
sólo hay una maldición peor que tu silencio:
la soledad
de andar siempre recordando tus palabras.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin palabras, como tantas veces

Rosita Fraguel dijo...

Gracias, eres mi mejor fan :P

Un besazo, significa mucho para mi el comentario.

Esther dijo...

Que hermosas palabras, gracias por compartirlas :D

Rosita Fraguel dijo...

Hermosa tú que al leerlas les encuentras la belleza, gracias Esther :)

ESPERANZA. G dijo...

Palabras cargadas de emoción...Siempre disfruto con la lectura de tus poemas

Rosita Fraguel dijo...

Gracias Esperanza, espero recuperarte para la lectura de este blog ;)

Anónimo dijo...

Echaba de menos esos poemas tuyos cargados de emoción y melancolía.
Adelante, no pierdas el ritmo.

Maxtonso dijo...

Se echaba de menos este tipo de literatura en tu blog.

Emocionante...

Muchos besos