Escribe Lucía Etxebarría en su blog sobre las motivaciones de los trolles. Ella entiende que es un desplazamiento de un odio inconsciente hacia otra cosa (o personas).
Pego aquí mi comentario al respecto:
"Yo creo que lo que mueve a este tipo de gente no es una focalización de su odio (o al menos no es ésa la única razón). Creo que el comportamiento de los trolles se basa en la conjunción (astral) de dos factores:
- gran complejo de inferioridad
- le interesa profundamente alguien a quien consideran muy superior a sí mismos
Estos dos factores se unen y ocurre lo siguiente: esta persona quiere entrar en el mundo del admirado, en su entorno, pero como su autoestima está bajo tierra cree que un acercamiento amistoso es imposible (¿cómo iba a querer tener cerca a alguien como yo?) así que ni lo intenta (o lo intenta pero se autoboicotea inconscientemente). Para salvarse a sí misma esta persona culpa al admirado de su inaccesible status y le odia por ser tan creído, estúpido, egoísta… (añadir todo lo que se quiera, aquí el que no sé consuela es porque no quiere). Y ante todo este maremágnum de trucos mentales, la única forma que tiene de entrar en tu mundo es enviándote anónimos, insultándote o haciendo cualquier cosa de este tipo (que es lo que en el fondo piensa que es lo único para lo que está capacitado). Así considera que no puede pasar desapercibido en la vida de su admirado. Por tanto, la indiferencia es la peor respuesta que puede recibir porque entonces no hay salida para su autoestima (círculo no cerrado).
Como creo que me he explicado fatal voy a dar un ejemplo sencillo: a Juanito de 9 añitos le gusta Pepita de 9 añitos también (ambos desconocidos y residentes en la misma guardería), pero Juanito no se considera guapo, ni simpático, ni inteligente, ni cree que jamás de los jamases la fantástica Pepita (a sus ojos guapa, inteligente, simpatiquísima) se pueda fijar en él, así que coge y en el recreo cada vez que se cruza con ella, y a falta de argumentos mejores, le pega un buen tirón de las trenzas, le saca la lengua y le dice fea. Pepita llora y le cuenta a su madre lo que le hace Juanito, sin entender en su tierna juventud que lo que a Juanito le pasa es que quiere que le quiera y no sabe cómo hacer para lograrlo (con suerte aprenderá, aunque algunos no aprenden nunca :( ). "
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4 comentarios:
Y asi nos va en la sociedad actual. Parece más fácil hacer daño a una persona que quererla decentemente.
Y no seré yo el que enseñe cómo y de ejemplo precisamente (básicamente porque no me encuentro en mi mejor etapa de amor).
Saludos a todos los que leeis a mi compañera.
Hola,
El problema está cuando das con un troll que, después de hacer muchas trolladas, acaba disfrutando de su mocosa condición.
Pero bueno, siempre he pensado que lo mejor que se puede hacer con ellos es: a) ignorarles; b) reírte un poco de ellos antes de ignorarles. Lo que pasa es que a veces es tan tentador contestar... }:-)
Un besote
Y ojalá aprendieran...
Y cuesta más trabajo callarse cuando el troll en cuestión ataca a alguien a quien aprecias, pero aunque le respondas no estarás cerrando ningún círculo afectivo, así que te puedes despachar a gusto ;)
:)
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