8 de febrero de 2006

La justicia

Hace tiempo que me planteé qué ventaja había podido suponer para el ser humano la consciencia. Ya que eso parece diferenciarnos del resto de los animales, cabría suponer que hay alguna razón para que la alcanzáramos. Como explicaba en mi artículo sobre mentes y máquinas, creo que la principal ventaja ha sido el obtener una capacidad de procesamiento no algorítmico: la intuición.

Ayer me planteaba una nueva pregunta: cuál es la ventaja evolutiva que aporta el sentido de la justicia que tiene el ser humano. Cuando vemos documentales pensamos que muchos de los comportamientos animales son injustos, pero estoy (casi) segura de que esos mismos animales no se preguntan a sí mismos si su comportamiento es justo o injusto. Sin embargo, nosotros parecemos permanentemente preocupados sobre qué es o no es justo.

Ví una película en la que se planteaba la siguiente idea: las personas que sufren accidentes o se ven envueltas en circunstancias graves suelen fracasar al intentar escapar de esas situaciones, no porque no tengan recursos para afrontarlas, sino porque quedan atrapadas en la autocompasión ("¿por qué me ha pasado esto a mi?"). Si esto es cierto -y algo de verdad parece que hay en el planteamiento- el sentido de la justicia en el ser humano parece un defecto evolutivo porque nos hace más débiles. Y la evolución no se equivoca, ¿o si?

Sigo pensando en ello...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto me suena a que el ser humano tiene tendencia a escoger el camino más fácil aunque normalmente sea el que menos cosas te reporta (pero como es el más fácil... pescadilla que se muerde la cola) y en vez de intentar seguir viviendo la vida con las nuevas circunstancias prefieren quedarse estancados en la autocompasión, que si bien es cierto que te da su gustito, no te conduce a nada práctico.

No sé si te has parado a pensar que las nuevas generaciones se preocupan bastante menos de la justicia que nuestra generación y por ello se creen con derecho a hacer lo que les venga en gana sin pensar en los demás, mientras que nosotros pensaríamos antes que lo que vamos a hacer no es justo (lo cual nos hace más débiles frente a ellos), p.e: voy a robar en una tienda o voy a dedicarme a romper los espejos retrovisores de los coches.
Así que va a ser que lleves algo de razón cuando afirmas que la justicia es un defecto evolutivo porque nos hace más débiles.

Ende luego eres toa una pensaora de pro.

Rosita Fraguel dijo...

Sin embargo estoy segura que esas nuevas generaciones sufren aún más ese síndrome de la autocompasión. Ellos sí tienen un sentido de la justicia muy elevado sólo que lo aplican únicamente cuando se trata de una acción contra ellos mismos y no contra los demás. Así sienten rápidamente ultrajado su honor y tienen que desquitarse pegándose con el tío de la pandilla contraria, o con el tío que ha mirado a su novia... ¿me explico?

Anónimo dijo...

Entonces lo que me planteo es si la justicia está definida mínimamente en algún sitio, porque me da a mi que tenemos conceptos pelín diferentes de ella.
O a lo mejor es que piensan que cada vez tenemos (más bien diría tienen) más derechos y menos obligaciones y habría que revisar qué puñetas se le enseña a los jóvenes en su casa.

Algo huele a podrido en Dinamarca...