29 de enero de 2006

El juego de Ender

Leí o escuché una vez que hay dos tipos de historias: personaje normal en circunstancias excepcionales y personaje excepcional en circunstancias normales. En la ciencia ficción se transgreden esos límites y puede darse la siguiente vuelta de tuerca: personaje excepcional en circunstancias excepcionales. El problema en este género es la facilidad con que se puede perder el hilo de plata que conecta con la realidad y es fácil perder el interés del lector al alejarse excesivamente de lo humano. Uno de los mejores libros de ciencia ficción que le leído ("¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?") lo es porque en esa inesperada libertad que aporta el futurismo y encontrarse viendo la realidad desde la perspectiva de seres especiales, se consigue abordar los problemas y los conflictos más esenciales del ser humano como si después de siglos de hojas y hojas llenas de letras, fuera la primera vez que se escribe sobre ello.

Ahí reside la fuerza de "El juego de Ender"; un fuerte alegato antibelicista que explora profundamente la naturaleza más animal y violenta del ser humano, el instinto supremo de la raza humana: la supervivencia. Un libro muy recomendable para aquellos que están de acuerdo con Louise M. Alcott cuando dijo que un buen libro es aquél que se abre con interés y se cierra con provecho.

(Gracias a Pablo Fernández, que fue el primero en recomendármelo y a Agente Naranja por insistir)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si al final vamos a tener que ir al quiosco a comprarlo...

Espero que todavía queden y no se lo tenga que "suplicar" a nadie.

Nos vemos mañana.

Anónimo dijo...

Vaya, me alegro de que te gustara ;-)

Un besote