7 de enero de 2006

Vocación y talento


Ando en plena crisis creativa (aunque acabo de vomitar un poema impublicable por lo sentido) y no termino de desenredarme de mis propias ideas. Sé y puedo afirmar sin pudor, hacia donde se inclina mi vocación pero se me descomponen las fuerzas en cuanto trato de poner en una balanza los criterios del talento. Sé lo que me gusta, sé identificar el talento en otros (bajo mi criterio) pero ¿cómo hacen esos otros para convencerse para escribir, pintar, montar un cluster o levantarse por la mañana?

La cuestión está en que no sé ubicar dónde se encuentra la lista de los agraciados con el don de la genialidad y dónde se hacen las oposiciones para ingresar en tan fantástica lista. No hay problema cuando se trata de los demás (porque encima soy bastante misericorde con cualquiera que se atreve a expresarse) pero el problema viene cuando me juzgo a mi misma. Y es que odio y amo mis creaciones a partes iguales y me veo falta del más mínimo talento y hecha una diosa de la creación con la misma intensidad (bueno no, mentira, conmigo soy bastante más inmisericorde y son las más las veces que me desprecio profundamente como artista). ¿Merece la pena que quien siente vocación por algo lo haga? ¿De dónde saca la autoestima necesaria para no perder la fe en sí mismo? Sí, es que ahí debe estar el problema, que necesito una sesión de autopiropeo delante del espejo y es que últimamente parece que todos se han puesto de acuerdo en recordarme que soy un desastre y bueno, tarda mucho, pero el acantilado se acaba convirtiendo en playa a fuerza de lo "seguías" que son las olas.

Mmmm... me voy a dedicar a la autocontemplación y a visionar mi ombligo desde distintos ángulos. Así, puede que no resuelva la ecuación vocación-talento pero igual deja de importarme tanto...

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Dices textualmente:


[...]
es que últimamente parece que todos se han puesto de acuerdo en recordarme que soy un desastre y bueno, tarda mucho, pero el acantilado se acaba convirtiendo en playa a fuerza de lo "seguías" que son las olas.
[...]


Fíjate por donde, a la gente le gustan las playas. Son mansas, tranquilas, derrotadas... pero mira tu por dónde, prefiero escalar acantilados...

maruja de pro dijo...

Escalar acantilanos es un desafio contigo mismo, con tu universo personal. Rara vez te encuentras con alguien, rara vez tienes que escuchar voces. Estas solo con tu cuerpo, con tus sentidos. Escalar acantilados es como un orgasmo, solo tu sabes el placer que proporciona.

Anónimo dijo...

Tu eres de...??? Te he visto en la web de Cossitué (cossitas.net)

Rosita Fraguel dijo...

Pues soy... de carne y hueso :D

Yo también te he visto en la web de Ana. Pasa, pasa y ponte cómodo :)

Anónimo dijo...

Siempre que dediques un ratito a ti estarás dando un gran paso hacia ese lugar al que quieres llegar, sea el que sea. Incluso si no sabes hacia dónde vas, siempre estarás un poco más cerca del cruce de caminos.
Sigue siempre avanzando.
(Hoy estoy filosófico ^_^).

Rosita Fraguel dijo...

Raven, creo que para avanzar, además de dedicarme un ratito a mi debo dedicar también ratitos variados a los demás... el problema es ¿dónde está el equilibrio? :/

Si es que deberían enseñarnos en el cole a vivir antes que enseñarnos las tablas de multiplicar.

Anónimo dijo...

El camino, el tuyo mismo.

"dice mi padre que puede leer
en las manos del pueblo el destino
y que no hay asesino ni rey
que le pueda marcar el camino
que va a recorrer."


Alfredo Zitarrosa

Anónimo dijo...

Como bien dices el problema de la autoestima es muchas veces el que nos hace fracasar en nuestros intentos, por lo que urge quererse más. También es muy importante que los que nos rodean nos den ánimos de manera regular y suficiente para que no desfallezcamos en el día a día. Pero eso es algo todavia más difícil de encontrar, por lo que terminamos chafados con más frecuencia de la deseada. Mi consejo es que sigas mirándo lo bonito que es tu ombligo durante un tiempo (no excesivo) y que los que te rodean sigan sintiendo que tienen a una persona especial a su lado. Y a ver si se da por aludido el personal y te dice algo bueno y bonito.

No te olvides del dicho que había en el programa "La bola de cristal": Sólo, no puedes; con amigos, si.

En cuanto al tema del talento y la genialidad, creo que con el mero hecho de intentar una cosa y disfrutar con ella ya merece la pena. La genialidad puede que no venga nunca, pero piensa que entre la genialidad y la locura muchas veces no hay separación...
Tu disfruta con lo que hagas y sé feliz, que son dos días.

Rosita Fraguel dijo...

Jo, Maxtonso, me sonrojas :$

Anónimo dijo...

Anda anda, ya quisiéramos muchas (y muchos, supongo) tener la mitad de talento que tú tienes ;-)

Un besote

baulito dijo...

Oh!, pequeña musa... El don de Mercurio nos ha tocado. La dualidad del gemelo nos gobierna...

Al final, dejé por incontestable la misma pregunta que como tú me hacía. Y sabes, a veces, tan solo debes dejarte llevar... Realmente sirve para algo el pensar en lo absurdo. Guarda mejor tus energías para el papel.

No luches contra el mar, pero no te dejes llevar por las olas. Sé inteligente como un delfín...